La hermosura de la
vida no acaba, y así nos lo parece a los humanos. Y amamos las cosas que aquí
se continúan, los cuerpos que ocuparán, con más belleza, nuestro sitio,
y vamos ya llegando
a la quietud difícil, y aceptarán nuestro silencio con comprensión,
porque nosotros
antes habremos comprendido y aceptado la noche ya sin fin y sin estrellas.
Quizás hayas venido,
ahora que nuestros cuerpos se han amado con furia y alegría,
para escuchar de mí
esta verdad sencilla, y que aún desconoces: ningún hombre es feliz.
Francisco Brines
No hay comentarios:
Publicar un comentario