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viernes, 28 de febrero de 2020

Pere Gimferrer "Ma vie"

Fotografia de Arrisa









Mi vida, toda hecha de cristales
como la luna al viento descompuesta,
mi vida, toda hecha de palabras,
cáscaras secas, rojos capiteles
mas capiteles huecos como vaina
que no contiene quemazón de fruto,
mi vida, que palpo voces a tientas,
este chasquido de palabras rotas,
ha podido palpar hoy lo tangible,
la fruta de tus pechos y tus nalgas,
el arrebato de tu malvasia;
como respiran en la luz bengalas,
en la corporeidad arden conceptos,
tu cuerpo de jardín silabeado,
el alfabeto de la carnación,
y en mi pulsan tus dedos un acorde,
el címbalo de Hitchcock con su gong,
y me dejo caer por la platea
como el sonido caza ruiseñores
en las estribaciones del teatro:
los ruiseñores de tu piel de alberca,
tu desnudo que talla mi cristal,
esta voz de blancura moldeada,
la llave inglesa de tu claridad
que recompone al fin sólo una imagen
esta palabra que dirá tu cuerpo.


Pere Gimferrer  (Barcelona, 22 de junio de 1945) es un poeta, prosista, crítico literario y traductor español. Su obra literaria está compuesta tanto de obras en castellano como en catalán. Fue elegido miembro de la Real Academia Española en 1985. Premio Nacional de las Letras Españolas en 1998.

sábado, 15 de febrero de 2020

Juan Bonilla "Epitafio del ateo"

El Bosco "Jardin de las Delicias"




  Buscando a un dios incólume al que exigir sentido
para ofrecerle miedo, adelanté paisajes
vaciando mi memoria cada noche.
Al cabo no encontré más que intemperie.
De mí tan sólo queda el miedo antiguo
que heredé de mis padres y que a mis hijos lego.
Caminante que fijas tu atención en mi lápida:
adelanta paisajes, vacía tu memoria cada noche
pero no pidas sentido a ningún dios.


Juan Bonilla (Jerez de la Frontera, 1966)

domingo, 2 de febrero de 2020

Pedro Garfias "Entre España y Mexico"

Familia Bardasano a bordo del Sinaia, camino del exilio español, 1939












                                      A bordo del Sinaia

Qué hilo tan fino, qué delgado junco
—de acero fiel —nos une y nos separa
con España presente en el recuerdo,
con México presente en la esperanza.
Repite el mar sus cóncavos azules,
repite el cielo sus tranquilas aguas
y entre el cielo y el mar ensayan vuelos
de análoga ambición, nuestras miradas.
España que perdimos, no nos pierdas;
guárdanos en tu frente derrumbada,
conserva a tu costado el hueco vivo
de nuestra ausencia amarga
que un día volveremos, más veloces,
sobre la densa y poderosa espalda
de este mar, con los brazos ondeantes
y el latido del mar en la garganta.
Y tú, México libre, pueblo abierto
al ágil viento y a la luz del alba,
indios de clara estirpe, campesinos
con tierras, con simientes y con máquinas;
proletarios gigantes de anchas manos
que forjan el destino de la Patria;
pueblo libre de México:
como otro tiempo por la mar salada
te va un río español de sangre roja,
de generosa sangre desbordada.
Pero eres tú esta vez quien nos conquistas,
y para siempre, ¡oh vieja y nueva España!
Pedro Garfias