Seguidores

martes, 2 de julio de 2019

Jose Ángel Valente "Si supieras"



José Ángel Valente, trató de denunciar al “Machado convertido en pancarta y propaganda” por muchos. Para él “Machado, un gran poeta, está en la línea meditativa de Quevedo y Manrique” y no en el “machadismo de algunos poetas actuales”; “esa insistencia en la bondad tan literaturizada ya da asco”. Léase este hermoso poema de Valente que trata de desenmascarar al falso Machado creado por muchos compañeros poetas que sólo querían hacer de él un poeta de tendencia:


SI SUPIERAS
… creo en la libertad y en la esperanza
ANTONIO MACHADO

Si supieras cómo ha quedado
tu palabra profunda y grave
prolongándose, resonando…
Cómo se extiende contra la noche,
contra el vacío o la mentira,
su luz mayor entre nosotros.
Como una espada la dejaste.
Quién pudiera empuñarla ahora
fulgurante como una espada
en los desiertos campos tuyos.

Si supieras cómo acudimos
a tu verdad, cómo a tu duda
nos acercamos para hallarnos,
para saber si entre los ecos
hay una voz y hablar con ella.
Hablar por ella, levantarla
en el ancho solar desnudo,
sobre su dura entraña viva,
como una torre de esperanza.

Como una torre llena de tiempo
queda tu verso.
                       Tú te has ido
por el camino irrevocable
que te iba haciendo tu mirada.

Dinos si en ella nos tuviste,
si en tu sueño nos reconoces,
si en el descenso de los ríos
que combaten por el mañana
nuestra verdad te continúa,
te somos fieles en la lucha.
                                                            


                                                          Jose Angel Valente

En su autobiografía Machado diría:
Tengo un gran amor a España y una idea de España completamente negativa. Todo lo español me encanta y me indigna al mismo tiempo. Mi vida está hecha más de resignación que de rebeldía; pero de cuando en cuando siento impulsos batalladores que coinciden con optimismos momentáneos de los cuales me arrepiento y sonrojo a poco indefectiblemente. Soy más autoinspectivo que observador y comprendo la injusticia de señalar en el vecino lo que noto en mí mismo. Mi pensamiento está generalmente ocupado por lo que llama Kant conflictos de las ideas trascendentales y busco en la poesía un alivio a esta ingrata faena. En el fondo soy creyente en una realidad espiritual opuesta al mundo sensible.