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jueves, 30 de junio de 2016

Luis García Montero "Aunque tu no lo sepas"




Como la luz de un sueño,  
que no raya en el mundo pero existe,  
así he vivido yo  
iluminando  
esa parte de ti que no conoces,  
la vida que has llevado junto a mis pensamientos.  

Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.
También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.

Espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.
Así he vivido yo,
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando te despiertas. 

Luis García Montero

sábado, 25 de junio de 2016

Juan Jose Millás "Escribir"



:

Escribir

 

"13.15. Todos los tripulantes de los compartimientos sexto, séptimo y octavo pasaron al noveno. Hay 23 personas aquí. Tomamos esta decisión como consecuencia del accidente. Ninguno de nosotros puede subir a la superficie. Escribo a ciegas". Estas palabras, escritas por un oficial del Kursk en un pedazo de papel, tienen la turbadora exactitud que pedimos a un texto literario. El autor está rodeado de bocas que exhalan un pánico que ni siquiera nombra. Él mismo debe de encontrarse al borde de la desesperación, pero no tiene tiempo ni papel para recrearse en la suerte. Ha de hacer, pues, una selección rigurosa de los materiales narrativos, y el resultado es esa obra maestra en la que, sin embargo, sólo cuenta aquello a lo que se puede asignar un número: la hora y la cantidad de hombres. En situaciones extremas, la literatura sale a presión, como por la grieta de una tubería reventada. El documento del oficial del Kursk es bueno porque es necesario.
Mientras la muerte trepaba por sus piernas, ese hombre se entregó con fría vehemencia a la literatura. Y de qué modo. Naturalmente, lo que no dice ocupa más de lo que dice, pero lo ausente ha de aportarlo el lector, que es tan responsable de lo que lee como el escritor de lo que escribe. Sería absurdo comenzar una novela afirmando de un frutero que es bípedo. El lector tiene la obligación de saber que los fruteros son bípedos y que están dotados de cuatro extremidades con cinco dedos en cada una de ellas. Sin estos sobreentendidos primordiales, la escritura resultaría imposible.
Lo curioso es que un billete con cuatro líneas aparecido en el bolsillo de un cadáver responda de súbito a la vieja pregunta de para qué sirve la literatura. Sirve para contarlo. Todos aquellos que aspiran a escribir deberían recitar el texto del Kursk como una oración. Ser escritor, al menos cierto tipo de escritor, significa vivir rodeado de pánico percibiendo a tu alrededor bultos que pasan de un compartimiento a otro con los calcetines mojados. Y tú eres uno de esos bultos: aquel que, por encima o por debajo del miedo, está poseído por la necesidad de contarlo, aunque las posibilidades de que alguien lo lea sean muy escasas. Escribo a ciegas.


Nota:

El K-141 Kursk fue un submarino nuclear de la Armada de Rusia, perdido con toda su tripulación en una tragedia ocurrida en el mar de Barents el 12 de agosto de 2000.

domingo, 19 de junio de 2016

Jose Ángel Valente "IANUA"

Eduardo Arroyo "Cleopatra"


 Qué luminosa desrazón haber engendrado el amor. Sobre la espesa, procesional ceniza de los días y el desleído gris de los perseguidores, el fragante estallido de tu azul. Verdad no tuve que no fuera tuya ni extrema latitud en donde al cabo no amaneciera tibio tu desnudo ni territorio donde tú no fueras el centro y la extensión. Qué luminosa desrazón el simple acto de abrir tú misma el cerco y una puerta hacia adentro de ti que nunca más encontraré cerrada.

Jose Angel Valente

domingo, 12 de junio de 2016

Mario Benedetti "Sur"






Allá abajo en el sur están mi casa
las huellas de lo bueno
mis dulces enemigos
está la madrugada en que nací
la tristeza la única
que me acaricia como la alegría
está la chispa del primer amor
los árboles de siempre
con su verde agasajo
el poquito de sol en los canteros
los zaguanes con su pareja tibia
y en las noches de corazón abierto
la vía láctea ese techo de luces
que sólo allí nos cubre
hay calles con sus rieles
sin tranvías

nostalgia de los míos que no están
los desaparecieron
sin piedad y con saña
y allí quedaron yertos y sin tumbas
o sólo con las tumbas del olvido

allá abajo en el sur está mi casa
dejándome en insomnios su historieta
sus rosas hablan pétalo por pétalo
y en los muros asoman las verdades

el tiempo ocurre     quiere
la paz sin desperdicio
quiere que reencontremos el abrazo

allá abajo en el sur está mi casa
con su puerta a la espera
de mi llave"



Mario Benedetti

lunes, 6 de junio de 2016

Carlos Barral "Noche"

"Arquitectura" Giambologna (Florencia)



Clamo a tu vientre lívido de viento,
al corazón estrecho de tus gallos,
a sus látigos rojos, a los rayos
que  acribillan tu hueco firmamento.

Busco la arista del desdoblamiento,
hurtarme fruto a mis  normales tallos,
libertarme en tus ácidos caballos
y un ungir tus torres de mi advenimiento.

Si llegaras  conmigo a la ondulada
alta loma del ser, donde se muta
la sangre viva en el símbolo de hielo…

Mas quién podrá parar la madrugada
alzando ya la concha de su ruta
sus rapaces de luz sobre tu vuelo



Carlos Barral (Barcelona,1928-89)

miércoles, 1 de junio de 2016

Mario Benedetti "Hurtos"

                                      R. Magritte (1898-1967)


A medida que el tiempo te rodea
te vas acostumbrando a que te roben
digamos tu mejor melancolía
el firulete de tu curiosidad
tu borrador de amor correspondido
tu vocación de abismo/ tu homenaje
a lo desconocido en polvareda
a medida que el tiempo te rodea
te deslumbras hasta quedar sin alas
tu corazón tiene un latido pálido
y el mar azul te llega sin espuma
te roban los penúltimos claveles
tu pedazo de luna dolorida
de tu ghetto los vanos transparentes
el sortilegio inmóvil de tu aurora
y las hembras que vienen del espejo
te roban el sudor la brizna el trago
las esperanzas/ su faena estéril
y cuando ya creías que era todo
te roban el futuro y sus harapos


Mario Benedetti.