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sábado, 25 de mayo de 2019

Czeslaw Milosz "Campo dei Fiori"

Ernst Ludwing Kirchner (1880-1938)




En Roma en el Campo dei Fiori
canastas de aceitunas y limones,
adoquines salpicados con vino
y restos de flores.
Los vendedores cubren los caballetes
con pescados color rosa;
brazadas de uvas oscuras
apiladas junto a las pelusas de duraznos.

En esta misma plaza
Giordano Bruno fue quemado.
Sus seguidores encendieron la pira
presionados por la multitud.
Antes de que las llamas murieran
las tabernas estaban llenas de nuevo,
otra vez sobre los hombros de los vendedores
canastas de aceitunas y limones.

Pensé en el Campo dei Fiori
en Varsovia por el cielo en forma de carrusel
un claro anochecer de primavera
al compás de una tonada del carnaval.
La brillante melodía ahogó
los truenos en la pared del ghetto,
y las parejas volaron
alto en el cielo carente de nubes.

A veces el viento de la quema
avienta cometas oscuros 
y los jinetes en el carrusel
atraparían pétalos suspendidos en el aire.
Ese mismo viento caliente
abrió las faldas de las niñas
y las multitudes reían
en Varsovia ese hermoso domingo.

Alguien leerá como moral
que el pueblo de Roma o Varsovia
regatee, ría, haga el amor
mientras pasa frente a la pira de los mártires.
Alguien más leerá
de la muerte de las cosas humanas,
del olvido
nacido antes de que murieran las llamas.

Pero ese día sólo pensé 
en la soledad de los moribundos,
de cómo, cuando Giordano
subido a la quema
no pudo encontrar
en ninguna lengua humana
palabras de humanidad,
humanidad que sobrevive.

Ya habían vuelto a su vino
o vendían su blanca estrella de mar,
habían cargado a la feria 
canastas de aceitunas y limones,
y él ya estaba lejos
como si hubieran pasado siglos
mientras que se detuvieron un instante
para ver su partida en el fuego.

Aquellos muriendo aquí, los solitarios
olvidados del mundo,
nuestra lengua se vuelve para ellos
el lenguaje de un planeta antiguo.
Hasta que, cuando todo sea leyenda
y muchos años hayan pasado,
en un nuevo Campo dei Fiori
la rabia se encienda en la palabra de un poeta

Cseslaw Milosz

(Version Carlos Villavicencio)

Trasfondo (wikipedia)

Miłosz escribió “Campo dei Fiori”, uno de sus más grandes poemas de juventud, en Varsovia en 1943. Empieza con la imagen de la plaza romana Campo de' Fiori, en la cual dice que "quemaron a Giordano Bruno." En la descripción que hace el poeta de esta plaza, se puede percibir en primer plano un colorido mercado repleto de flores, frutas y demás. La plaza está llena de vida, hecho en el que hace hincapié el autor. Mientras tanto, en el fondo, un solitario Giordano Bruno espera su destino: la muerte. Este hecho no consigue estorbar ni molestar la alegre atmósfera que domina en la plaza. Esta imagen está relacionada en el poema con un periodo de tiempo en especial de Varsovia, especialmente abril de 1943. Ese año los nazi llevaban a cabo la masacre de los ghettos creados por ellos, y de sus habitante. En este momento también, la alegre atmósfera sigue sin interrupciones. Continúa una tarde de primavera, con un cielo claro, un carrusel, música, rodeados de enamorados, y de gente feliz. Pero, en algún lugar del fondo, está teniendo lugar la tragedia del ghetto ardiendo. Obviamente, estas imágenes constituyen eventos de gran proximidad; la atmósfera feliz convive con el horror de los muertos. Y nadie se interesa a los asesinatos de inocentes, porque las tragedia del hombre (tanto en el pasado como hoy en día), incluyendo la mayor de ellas, la muerte, son desconocidas, raras, para la vida.

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