Pecados más dulces que un
zapato de raso
gula de tu vientre satinado
envidia de tu sudor, que
emana de ti;
ira de saberte lejos,
soberbia de que me hayas
elegido;
pereza de vivir sin ti y –sobre todo-: lujuria,
lujuria abrasadora que
me hace desear la vida
entera
cuando estoy contigo
Eduardo Haro Ibars.
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