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jueves, 27 de junio de 2024

Mario Benedetti "Sonata para adios y flauta"




Te vas tan sola como siempre
te echaremos de menos
yo y los abrazos de la tarde
yo y mi alma y mi cuerpo

tu larga sombra se resiste
a abandonarnos / pero
has decidido que se fuera
contigo a todo riesgo

de todos modos no querría
que enterraras tu sueño
aquel en que tu amor de nadie
era como un estreno

te vas de nuevo no sé a dónde
y tu adiós es un eco
que se prolonga y nos alude
como un último gesto

nunca guardaste la ternura
como pan para luego
estoy seguro de encontrarla
liviana entre tus pechos

te vas con paso de derrota
pero no me lo creo
siempre has vencido en tu querella
contra el odio y el miedo

quién sabe allá lo que te aguarda
ese allá tan desierto
que se quedó sin golondrinas
todo erial/ todo invierno

mas si una tarde te extraviaras
entre el mar y el espejo
recuerda siempre que aquí estamos
yo y mi alma y mi cuerpo.


miércoles, 5 de junio de 2024

Benjamin Prado "Una puerta violeta para Dylan"

                                                             "Los parguas" de Renoir

Decía Renoir que "La obra de arte debe cautivarte, envolverte, arrastrarte. Es el medio por el que el artista transmite sus pasiones, es la corriente que emite la que te arrastra"

Esta interesante obra de Renoir titulada "Los paraguas" fue hecha en dos etapas diferentes, y esto es algo que se puede apreciar a simple vista. La parte derecha del cuadro en la que aparece una madre acompañada por sus dos hijas está realizada al modo impresionista. En cambio el resto de la composición está plasmada siguiendo una técnica que bebe de otro artista: Cézanne. Todo apunta a que Renoir hizo la primera parte allá por 1881 o 1882, posteriormente interrumpiría su trabajo y años más tarde lo retomaría. Por esta cuestión las diferencias entre estas dos zonas son tan evidentes.

Como curiosidad, cabe señalar que la niña que aparece a la derecha del espectador lleva un original abrigo con cuello y puños de encaje y un gracioso sombrero que enmarca su rostro. A nuestra izquierda, otra mujer de mediana edad levanta su falda para que no se le moje con el agua acumulada en la calle. Algunos afirman que esta mujer (que por cierto, es una mujer real, pues se trata de la modelo y artista Suzanne Valadon) es el prototipo de belleza femenina del artista. Además otros personajes son claramente conocidos: al fondo a la izquierda está Edmond, hermano de Renoir, y a la parte izquierda su amigo Paul Lhote.

Es un cuadro muy interesante por lo dicho anteriormente, pero además de una complejidad técnica notable, ya que cada todos ellos realizan movimientos diferentes en un espacio abigarrado. Algunos han querido ver en esta obra un mensaje claro de Renoir hacia la incomunicación de la sociedad del momento, en la que cada individuo se mantiene ajeno a lo que hacen los demás. (Manuel Jesus T.C.)


Que tu vida sea tuya, 

que al mirarte al espejo te parezcas a ti.

No confundas la cuerda que salva con la que ata, 

no te detengas donde no vayas a crecer.

Necesita a unos pocos, 

no dependas de nadie.

Ten siempre a mano todas las palabras que sirvan para decir que no.

Aléjate de quien no te permita ser a su lado aquello que serías a solas,

del que pise tus huellas para volver las suyas,

del que te haga decirte: cuando pienso en nosotros no me acuerdo de mí.

Huya del que imagina tormentas en un vaso,

del que te abraza igual que si ya no estuvieses,

del que ve la montaña en el grano de arena, 

del que ríe sólo por no llorar.

No cometas errores que no te enseñen nada,

no te hagas daño y creas que es en defensa propia.

Logra que tu alegría no sea de cristal y tu dolor de hierro

Desconfía de aquellos que tratan de cambiarte,

que para estar contigo te piden que seas otra.

No dejes que te adoren, 

porque tarde o temprano las coronas acaban volviéndose de espinas.

Merece lo que es tuyo, 

busca lo que te falta.

No hables con los que venden clavos ardiendo al borde del abismo.

No afrontes cada día como si fuese el último.

Ten tiempo que perder,

ten algo que ocultar. 

Y equivócate siempre que sea necesario,

sin miedo, a tu manera.

Cae y ponte de pie.

Ve con tus propios ojos.

Pon la mano en el fuego,

puedes estar segura de que hagas lo que hagas

estará algunas veces de acuerdo contigo 

y siempre de tu lado.

Recuerda que estar vivos no es igual que vivir.

BENJAMIN PRADO