Trincheras
A
Octavio Paz
Alzan la voz cruel
quienes no vieron el paisaje,
los que empujaron por el declive pedregoso
la carne ajena,
quienes debieron ser almas de todos
y se arrancaban de ellos mismos
cuerpos parásitos
para despeñarlos.
Mil muertos de sus vidas brotaban,
mil muertos solitarios
que miraban desde el suelo,
durante el último viaje,
la colosal estatua a la injusticia.
No eran muertos,
eran oprimidos,
seres aplastados,
ramas cortadas de un amante o de un padre,
seres conducidos por un deseo imposible,
topos de vicio
que no hallarán la luz
por sus turbias y blandas galerías.
Alzan la voz cruel
quienes no vieron el paisaje,
los que triunfaron
por la paz interior de sus mentiras.
¡Oh mundo desigual!
Mis ojos lloren
el dolor, la maldad:
la verdad humana.
Manuel Altolaguirre
Málaga, 29 de junio de 1905-Burgos, 26 de julio de
1959) fue un poeta y editor español,
perteneciente a la generación del 27.Durante la Guerra Civil Española, Altolaguirre se
convierte en miembro de la Alianza de Intelectuales
Antifascistas9
y director de La Barraca, llegando incluso a alistarse en
las fuerzas republicanas, realizando
proyectos de imprenta y editoriales con fines propagandísticos
Es posiblemente el
poeta más espiritual e intimista de la Generación del 27. En sus composiciones se
observa la huella de San Juan de la Cruz, Garcilaso de la Vega, Juan Ramón Jiménez y Pedro
Salinas. Aunque su producción es breve y desigual, supo crear un mundo
intimista pero rico en matices. Su poesía es cálida, cordial, transparente.
Canta el amor, la soledad, la muerte, con tonos románticos. Según él, su
poesía se siente hermana menor de
la de Salinas. Rasgo sobresaliente de su producción es su musicalidad,
con predominio de los versos cortos y las estrofas de raíz tradicional.
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