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lunes, 18 de noviembre de 2024

Luis García Montero "Completamente viernes"





Por detergentes y lavavajillas
por libros desordenados y escobas en el suelo

por los cristales limpios, por la mesa
sin papeles, libretas no bolígrafos,
por los sillones sin periódicos
quien se acerca a mi casa
puede encontrar un día
completamente viernes.
Como yo me lo encuentro
cuando salgo a la calle
y está la catedral
tomada por el mundo de los vivos
y en el supermercado
junio se hace botella de ginebra
embutidos y postre,
abanico de luz en el quiosco
de la floristería,
ciudad que se desnuda completamente viernes
.
Así mi cuerpo
que se hace memoria de tu cuerpo
y te presiente
en la inquietud de todo lo que toca,
en el mando distancia de la música,
en el papel de la revista,
en el hielo deshecho
igual que se deshace una mañana
completamente viernes.
Cuando se abre la puerta de la calle,
la nevera adivina lo que supo mi cuerpo
y sugiere otros títulos para este poema:
completamente tú,
mañana de regreso, el buen amor,
la buena compañía
.



Luís García Montero “Completamente Viernes”

martes, 29 de octubre de 2024

Julio Cortazar "Dadora de las playas"


             

De tus muchísimos amantes guardas destrezas,
inesperados sesgos,
caprichos repentinos y falsas negativas que una
sonrisa desmantela,
quizá la intermitencia de unos ojos hincados en el goce
y bruscamente, sin aviso, esa obstinada negativa a abrir
los párpados,
no sé, cosas esquivas, cambios que remontan a gustos
superpuestos,
a músicas distintas, a tantos bares donde diferentes manos
te leyeron
y donde diferentes nombres entraron en tu alerta indiferencia
de pasajera, de indescifrable francotiradora.
 

A mi vez dejaré en tu piel la huella de estas ceremonias,
de hábitos definidos, de maneras y de ángulos,
oh arena donde tantos arquitectos levantaron sus torres
y sus puentes
para que el viento las llevara mientras tú te volvías
al malecón o al bar
virgen a tu manera, la manera mejor y más hermosa
de ser virgen
dadora de las playas para los nuevos juegos.

 

JULIO CORTÁZAR, en "Último Round".

domingo, 13 de octubre de 2024

Maria Clara Gonzalez "PACTO"


 Los artistas del movimiento denominado fauvismo, con Matisse al frente, trataton de crear una forma nueva de pintar rompiendo así con el tradicional uso del color, del dibujo y de la perspectiva, elementos demasiados fieles a la realidad. Se puede decir que son de alguna forma quienes dan el pistoletazo de salida a la revolución de la pintura del siglo XX.

En una de sus obras más conocidas: "La raya verde", Matisse representa a su esposa. Esta se encuentra levemente ladeada respecto al plano de espectador y solo podemos verla de medio busto hacia arriba. A pesar de su intensidad cromática, la obra es sosegada, calmada. La intención del artista se centra en representar el rostro de forma esencial, reduciendo el uso de formas innecesarias. La raya verde que divide el rostro en dos y que es tal vez el elemento más característico de la obra no está situada de forma arbitraria, pues sirve como eje de separación entre el espacio iluminado y el sombreado. Lo habitual hubiese sido pintarlo de forma convencional, pero Matisse traduce la luz al color, de tal forma que el lado de tonos fríos simula la parte en sombre y el lado de colores cálidos la parte iluminada. Llama también la atención el fondo, ya que en éls e rechaza la armonía tradicional del colores. Y es precisamente esa contraposición de colores verdes, naranjas y violetas lo que produce un avance y retroceso de la superficie y crea un cierto ritmo que sugiere volumen y profundidad. (Manuel Jesus T.C)


Por si acaso llovizna por tu calle
y quieres secar tu cuerpo
entre mis brazos

Por si el silencio te acomete
y recuerdas el lenguaje extraño
que aprendiste a mi lado

Por si regresas
a humedecer de lunas los recuerdos

Por si el trópico te reclama impaciente
entre sus verdes

O por si acaso es de noche en tu morada
dejaré la puerta abierta

 

Maria Clara Gonzalez (BogotáColombia, 1952) es una poeta, cuentista, traductora, ensayista y crítica con siete libros de poesía publicados en la actualidad y un análisis literario sobre el papel de las poetas de la Generación del 27



domingo, 29 de septiembre de 2024

Julio Cortazar "Poema a Alejandra Pizarnik"


 

Poema de Cortázar escrito tras la muerte de Pizarnik, dedicado a ella.

“Puesto que el Hades no existe,

seguramente estás allí,

último hotel, último sueño,

pasajera obstinada de la ausencia.

Sin equipajes ni papeles,

dando por óbolo un cuaderno

o un lápiz de color.

-Acéptalos, barquero: nadie pagó más caro

el ingreso a los Grandes Transparentes,

al jardín donde Alicia la esperaba.”

“Bicho aquí,

aquí contra esto,

pegada a las palabras

te reclamo.

Ya es la noche, vení”.

 

A los pocos días de recibir esta carta, el 25 de septiembre de 1972 Alejandra se suicidó con tan sólo 36 años de edad, tras tomar 50 pastillas de seconal. Es imposible saber si realmente los sentimientos de Alejandra Pizarnik por Julio Cortázar traspasaron la barrera de la amistad y la admiración. Lo único que nos queda de esta historia, son los poemas y cartas que ambos se dedicaron. 


martes, 10 de septiembre de 2024

Mario Benedetti " Es tampoco"

Lo que conoces

es tan poco

lo que conoces

de mí

lo que conoces

son mis nubes

son mis silencios

son mis gestos

lo que conoces

de mí

lo que conoces

es la tristeza

de mi casa vista de afuera

son los postigos de mi tristeza

el llamador de mi tristeza.

 Pero no sabes

nada

a lo sumo

piensas a veces

que es tan poco

lo que conozco

lo que conozco

de ti

lo que conozco

o sea tus nubes

o tus silencios

o tus gestos

lo que conozco

es la tristeza

de tu casa vista de afuera

son los postigos de tu tristeza

el llamador de tu tristeza.

Pero no llamas.

Pero no llamo.

 

martes, 27 de agosto de 2024

Luis Cernuda "A un poeta muerto"

 «A un poeta muerto»

Así como en la roca nunca vemos
La clara flor abrirse,
Entre un pueblo hosco y duro
No brilla hermosamente
El fresco y alto ornato de la vida.
Por esto te mataron, porque eras
Verdor en nuestra tierra árida
Y azul en nuestro oscuro aire.

Leve es la parte de la vida
Que como dioses rescatan los poetas.
El odio y destrucción perduran siempre
Sordamente en la entraña
Toda hiel sempiterna del español terrible,
Que acecha lo cimero
Con su piedra en la mano.

Triste sino nacer
Con algún don ilustre
Aquí, donde los hombres
En su miseria sólo saben
El insulto, la mofa, el recelo profundo
Ante aquel que ilumina las palabras opacas
Por el oculto fuego originario.

La sal de nuestro mundo eras,
Vivo estabas como un rayo de sol,
Y ya es tan sólo tu recuerdo
Quien yerra y pasa, acariciando
El muro de los cuerpos
Con el dejo de las adormideras
Que nuestros predecesores ingirieron
A orillas del olvido.

Si tu ángel acude a la memoria,
Sombras son estos hombres
Que aún palpitan tras las malezas de la tierra;
La muerte se diría
Más viva que la vida
Porque tú estás con ella,
Pasado el arco de tu vasto imperio,
Poblándola de pájaros y hojas
Con tu gracia y tu juventud incomparables.

Aquí la primavera luce ahora.
Mira los radiantes mancebos
Que vivo tanto amaste
Efímeros pasar junto al fulgor del mar.
Desnudos cuerpos bellos que se llevan
Tras de sí los deseos
Con su exquisita forma, y sólo encierran
Amargo zumo, que no alberga su espíritu
Un destello de amor ni de alto pensamiento.

Igual todo prosigue,
Como entonces, tan mágico,
Que parece imposible
La sombra en que has caído.
Mas un inmenso afán oculto advierte
Que su ignoto aguijón tan sólo puede
Aplacarse en nosotros con la muerte,
Como el afán del agua,
A quien no basta esculpirse en las olas,
Sino perderse anónima
En los limbos del mar.

Pero antes no sabías
La realidad más honda de este mundo:
El odio, el triste odio de los hombres,
Que en ti señalar quiso
Por el acero horrible su victoria,
Con tu angustia postrera
Bajo la luz tranquila de Granada,
Distante entre cipreses y laureles,
Y entre tus propias gentes
Y por las mismas manos
que un día servilmente te halagaran.

Para el poeta la muerte es la victoria;
Un viento demoníaco le impulsa por la vida,
Y si una fuerza ciega
Sin comprensión de amor
Transforma por un crimen
A ti, cantor, en héroe,
Contempla en cambio, hermano,
Cómo entre la tristeza y el desdén
Un poder más magnánimo permite a tus amigos
en un rincón pudrirse libremente.

Tenga tu sombra paz,
Busque otros valles,
Un río donde del viento
Se lleve los sonidos entre juncos
Y lirios y el encanto
Tan viejo de las aguas elocuentes,
En donde el eco como la gloria humana ruede,
Como ella de remoto,
Ajeno como ella y tan estéril.

Halle tu gran afán enajenado
El puro amor de un dios adolescente
Entre el verdor de las rosas eternas;
Porque este ansia divina, perdida aquí en la tierra,
Tras de tanto dolor y dejamiento,
Con su propia grandeza nos advierte
De alguna mente creadora inmensa,
Que concibe al poeta cual lengua de su gloria
Y luego le consuela a través de la muerte.

Luis Cernuda

De: La realidad y el deseo (1924-1962) – VII Las nubes