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jueves, 27 de febrero de 2014

Juan Luis Panero "Mensaje de Antonio a Cleopatra



Mensaje de Antonio a Cleopatra
I

Alaben otros
tu dormida belleza,
la suavidad de tu piel en reposo,
la medida perfección de tus miembros.
yo no he venido a eso,
he venido tan solo a penetrarte
por el pecho y por la espalda,
como un puñal atraviesa
el agua transparente
y se hunde y se pierde
en el pozo sombrío.


Mensaje de Cleopatra a Antonio
II

No alabes mi belleza,
otros ya lo han hecho.
penétrame por el pecho y la espalda,
hazme sentir la vida en la cintura
y que, enlazados, tu cuerpo y el mío
puedan detener la furia atroz del tiempo.
pero, si llega un día en que el tiempo nos alcance,
no te lamentes, estúpido borracho,
y cae con valor – Cavafis ya lo ha escrito-
a ese pozo sombrío.


Juan Luis Panero

martes, 18 de febrero de 2014

Luis Alberto de Cuenca "Bebétela"



“Bebétela “


Dile cosas bonitas a tu novia:
«Tienes un cuerpo de reloj de arena
y un alma de película de Hawks.»
Díselo muy bajito, con tus labios
pegados a su oreja, sin que nadie
pueda escuchar lo que le estás diciendo
(a saber, que sus piernas son cohetes
dirigidos al centro de la tierra,
o que sus senos son la madriguera
de un cangrejo de mar, o que su espalda
es plata viva) . Y cuando se lo crea
y comience a licuarse entre tus brazos,
no dudes ni un segundo:
bébetela.


Luis Alberto de Cuenca “El bosque y otros poemas” 1997

viernes, 7 de febrero de 2014

Gonzalo Rojas "A unas muchachas que hacen eso en lo oscuro"









“A unas muchachas que hacen eso en lo oscuro”


Venus de Laussell
Bésense en la boca, lésbicas
baudelerianas, árdanse, aliméntense
o no por el tacto rubio de los pelos, largo
a largo el hueso gozoso, vívanse
la una a la otra en la sábana
perversa,
                y
áureas y serpientes ríanse
del vicio en el
encantamiento flexible, total
está lloviendo peste por todas partes de una costa
a otra de la Especie, torrencial
el semen ciego en su granizo mortuorio
del Este lúgubre
al Oeste, a juzgar
por el sonido y la furia del
espectáculo.
                   Así,
equívocas doncellas, húndanse, acéitense
locas de alto a bajo, jueguen
a eso, ábranse al abismo, ciérrense
como dos grandes orquídeas, diástole y sístole
de un mismo espejo.
                                De ustedes
se dirá que amaron la trizadura.
Nadie va a hablar de belleza.

Gonzalo Rojas