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jueves, 24 de noviembre de 2011

Pere Gimferrer " Tutto Tremante"

TUTTO  TREMANTE

Al besar este vientre, en la noche de acero,
Los parpados del aire son un puño de luz
y yo me he maquillado con tu quilla,
con la hornada de oro de tu vientre,
y he vuelto mis ojos a la tez del arándano,
mis labios al oscuro sacramento,
mi beso al beso de la claridad,
mi beso al beso de tu oscuridad,
y es este sacramento de la piel silenciosa,
es la dulzura del marinear,
es este respirar la mejilla del sol en la tormenta,
es este revivir al desplomarme,
la explosión del cairel en primavera,
el agua vuelta el ojo cerrado de un tambor,
la mirada en tu vientre que ve desmirarme,
es la fecundidad de la mirada,
es la onda de aire
es la horda del aire,
es la onda de jaspe,
es la hoguera parada,
es el jardín que pende de la luz,
es el jardín colgante de tu noche,
es la luna en las calles, el sol de Babilonia,
el adobe que quema mis labios,
la invasión del océano en mis venas,
es el mar inyectado en ramales,
esta luz de fanales,
la corriente marina que pronuncia tu nombre de Semíramis,
la corriente marina que pronuncia tu nombre en mi boca,
la roca,
tan suave en sí como el plumón del ave,
la nave,
el derrotero en luz de tu aguanieve,
la combustión que en ti mi labio bebe,
en esta azora de ojos azogados,
la perla hundida de tu ombligo en llamas,
perla hundida que no dejará de quemarme y no me quemará nunca del todo,
este ojo al que imploro,
este oro,
este proel de luna detenida,
las alzas de la nieve trascendida,
esta pagina blanca de tu piel en mis labios,
el estuche que encierra los naranjos del día,
solidificación del país de los astros,
es este enjalbegarse en tu tibieza astral,
por ti vestido de hormas de la noche,
por ti vertido al vientre de los cielos,
despojado de ser algo más que mis labios en tu vientre,
campanear del céfiro de abril,
cuando la luna olvida subterráneos,
los aires momentáneos,
el capricho del viento de abril en tu sonrisa,
es este estar borrado y en tu blasón barrado,
es esta puntería del besar,
lo que dicen las sílabas del mar,
es este pilotar las acerías,
la acería del cielo que me encera de luna,
este vientre, esta duna,
es esta profusión de medialuna,
como cuando una voz, entre poleas rotas,
nos dice quienes somos, o como cuando, a solas en la caja del viento,
abandona mis labios la noche en su resaca
y abandono mis labios en ti, como el manojo
que la noche en tu piel ha derramado
para que seas agua de azahar,
y te vuelvo en un rayo a besar,
y es como si la noche cosiera los espacios
en el cielo de luz de pergamino
para que, del brocal de tu vientre,
yo bebiera los aires desmochados,
y los lirios de nubes ante el sol
y fuera sólo nube y aire sólo,
y este sol de tu ombligo en tu vientre y mis labios,
y este sol que en la noche me ha sorbido,
el ramillete de lo que fui,
el beso a solas en la luz callada.
                                                       (19-IV-07)

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