LAS GAFAS
Con el aire triste y dorado de tu mano
empujaste las gafas
por la pendiente de tus pensamientos,
y sin asilo quedaron
los dos valles de silencio de tu mirada.
El pliegue de unas violetas
enmarcó entonces tus ojos
y te fuiste alejado
hasta alcanzar la luz quieta
del cansancio enamorado.
Desprendidas de la sombra en ramas de tu frente
tus gafas fueron a la deriva
entre el vaho de un cielo de rostros.
Y en su último resplandor me besó tu memoria
No hay comentarios:
Publicar un comentario